La verdad es que no pretendo que "Hombres de Honor" se transforme en un blog de vivencias personales y se aleje del deporte, así que por ese preciso motivo, escribo esta meditada entrada desde tierras irlandesas. Tal vez en España no me atrevía a escribirla cual si de un epitafio se tratara. He de decir que después de estar más de un mes sin escribir (tras unos cuantos años sin haber fallado mensualmente) creo que la vida de este blog, al que tantas horas le he dedicado, no podía terminarse de esa manera, sin ni siquiera dar explicaciones. No era lo justo para él ni para mi. Ya han pasado más de cinco años y el tiempo comienza a escasear y sobre todo, las ideas empiezan a fallar. En realidad, no sé si esto es una despedida definitiva o un hasta luego, quizás dependa de la inspiración divina. Aunque lo cierto es que en unos días yo volveré a mi vida entre Zamora y Salamanca, pero las historias de este blog se quedarán ahí para siempre. Gracias a todos los que me habéis acompañado en esta maravillosa aventura.
Dios os bendiga.