RICARDO PEREIRA

Héroes siempre ha habido y habrá. Pero los héroes han cambiado mucho a lo largo de la historia, y eso en Portugal lo saben. Allí tuvieron hace 23 siglos a Viriato, el creador de las guerrillas, que pasó de ser un simple pastor a ser el líder de su pueblo (entonces llamado Lusitania) contra los invasores romanos. El gran Viriato fue traicionado y hoy en día su leyenda aún perdura pero vive practicamente en el abismo del olvido.

Hoy en día, se llama héroe a las personas con un mayor nivel mediático, a menudo, personajes del mundo del deporte. Hace solo tres años, el héroe portugués era Ricardo Pereira, guardameta del Sporting de Lisboa, que con sus tres penalties parados a la selección inglesa, daba la clasificación a Portugal para las Semifinales de la Eurocopa 2004 en la que Portugal era la anfitriona. Los periódicos publicaban titulares que decían de Ricardo cosas como "la sombra de Ricardo es alargada" "Ricardo ejerce de verdugo" o "Ricardo, el héroe".

Ricardo era idolatrado por toda su nación, pero él era un tipo humilde, que sabía que aquello, era la flor de un día. Y no se equivocaba. Unos meses después, ya nada quedaban de aquellos titulares. El pueblo se olvidaba del hombre que les había hecho soñar con la Eurocopa.

El guardameta, con 31 años, ha emigrado este verano a España para jugar en el Betis. En su memoria quedan aún los titulares que lo proclamaban como "el héroe nacional". Los que antes de ser llamado héroe le querían, lo seguirán haciendo y eso es lo que más vale.

Ojalá tenga suerte en su nueva etapa en el Betis.

Héroe o no, se la merece.