(ALFREDO RELAÑO)
Veo a los jugadores rusos saltar en el centro de la cancha del Palacio de los Deportes y recuerdo lo que Bill Russell le dijo hace pocos días en estas páginas a Héctor Martínez: "La magia del basket está en el salto. Saltamos cuando estamos eufóricos o exultantes". Así están ahí abajo esos mocetones rusos, exultantes. Se lo han ganado. Han ganado. Nadie más salta en el Palacio, porque nadie más está feliz ahora. Si acaso, la peña de hinchas griegos, que había tomado partido a favor de los rusos en una especie de natural represalia por la derrota ante España del día del anterior.
Pero el deporte me gusta porque es un espacio en el que encuentro tan honorable la derrota como la victoria. Y allí, mientras veía saltar a los rusos, contemplaba con enorme respeto el digno dolor del equipo español, que tantas alegrías e ilusiones nos ha traído estos años. Un solo punto, una última canasta, quizá no haber hecho falta en la última jugada, como me insistía un aficionado en la galería del Palacio, al acabar el partido. Muy poco en todo caso. Un hilo muy delgado separa a veces la victoria de la derrota, un hilo que no desmerece al vencido, aunque luego pueda sentirse en el más profundo de los pozos.
Pero tienen que saber que nosotros no los vemos así, sino como a héroes a los que nunca olvidaremos. Son tan grandes que esta plata quizá les sepa a poco. Por eso hay que decirles bien claro todo el bien que nos han hecho, que estamos en deuda con ellos y que nunca podremos saldarla. Gracias otra vez, amigos, por estos buenos ratos, por este estímulo para toda una sociedad cargada de miradas torvas, por ese ejemplo que dais a la chavalería que os sigue, que por vosotros aprende mejor que de ninguna otra forma cómo hay que ir por la vida. Nunca podremos olvidar esto.
Eurobasket.
(DIARIO AS 17-9-2007)
1 comentario:
VIVA ESPAÑA COÑOOOOO!!!!
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